Almacén y logística de almacenamiento: una pareja inseparable

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La relación entre almacén y logística de almacenamiento es muy íntima, absolutamente inseparable. Y es que, aunque hablar de logística es hablar de mucho más que de almacenes, la realidad es que las labores de almacenaje cumplen un papel fundamental en toda la cadena de suministro con la que la trabaja la logística, desde sus primeras fases, hasta que el producto llega a manos del consumidor.

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¿Qué es un almacén logístico?

La definición de almacén ha variado a lo largo del tiempo. No obstante, hoy en día, al hablar de un almacén logístico, se hace referencia a algo bastante más complejo que un simple espacio donde se guardan productos, ya que termina por constituir un elemento básico de la infraestructura logística.

Un almacén logístico es la unidad que presta soporte a comercios o industrias en lo referente a las labores de almacenaje y protección de productos, control del stock disponible, así como en los trabajos referentes al abastecimiento de productos. Es decir, es un centro de operaciones logísticas que cumple una función básica de almacenamiento de los productos en stock, pero que también debe ser capaz de responder a las necesidades de logística y distribución de los productos de acuerdo a las necesidades particulares de cada circunstancia o cliente.

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Funciones del almacén logístico 

La relación entre almacén y logística de almacenamiento queda patente en las funciones que cumple el almacén logístico como unidad y centro de operaciones en la cadena de suministro.

Algunas de estas funciones básicas son las siguientes:

  • Gestión de recepción de stock: una de las funciones básicas de cualquier almacén logístico es la recepción del stock, que debe adecuarse a las necesidades derivadas entre el equilibrio de disponer de stock suficiente y la demanda que existe del stock en cuestión. 
  • Inventario y almacenaje del stock: realizar el inventario del stock disponible y almacenarlo en el propio almacén es otra de las funciones esenciales en la actividad de cualquier almacén logístico. 
  • Protección del stock: además de almacenar el stock, este almacenamiento debe realizarse en determinadas condiciones que garanticen el buen estado del stock. Por ello, el almacén logístico también cumple funciones de protección respecto a los productos que almacena. 
  • Picking o preparación de pedidos: en el momento en el que el stock sale del almacén, este debe prepararse adecuadamente para el envío. Es lo que se denomina picking o preparación de pedidos, y es otra de las funciones básicas que llevan a cabo los almacenes logísticos y que pone de manifiesto la íntima relación que existe entre almacén y logística de almacenamiento

Almacén y logística de almacenamiento: cómo lograr un funcionamiento eficaz 

Para conseguir que un almacén funcione correctamente y lo más eficaz posible es necesario tener en cuenta que no todos los almacenes son iguales. En este sentido, es indispensable comprender que existen distintos tipos de almacenes y que, según sus características, la gestión de los mismos será diferente.

Algunos ejemplos de tipos de almacenes logísticos que requieren gestiones particulares son los siguientes:

  • Almacenes de materias primas: estos almacenes custodian materias primas que serán utilizadas para producir productos manufacturados. Además de las condiciones de seguridad propias de cada materia prima, para garantizar un funcionamiento ágil y eficaz se suelen ubicar cerca de los lugares de manufactura o de las industrias que utilizarán las materias primas en cuestión. 
  • Almacenes de productos semiterminados: también se denominan almacenes en curso o en proceso. Almacenan productos manufacturados pero que, todavía serán transformados antes de salir al mercado. Suelen ubicarse en lugares estratégicos cerca de las industrias que los utilizarán. 
  • Almacenes de productos terminados: son aquellos que almacenan productos listos para su comercialización. Según la tipología, pueden ubicarse cerca de zonas urbanas o vías de comunicación (carreteras, puertos, aeropuertos, etc.).
  • Almacenes de productos perecederos: los productos perecederos tienen sus propias particularidades, por lo que se deben contemplar medidas de seguridad que garanticen el buen estado de los productos hasta el momento en el que son comercializados. El ejemplo más claro de este tipo de almacén es el que trabaja con comida y productos frescos. 
  • Almacenes de envases y embalajes: los almacenes de envases y embalajes son un tipo de almacén de productos terminados. Sin embargo, tienen la particularidad de trabajar de forma conjunta con otros almacenes. Por ello, es habitual encontrarlos cerca de otros almacenes de otro tipo y deben adaptar su stock a las necesidades y demandas del resto de productos.

Como se puede ver, la relación entre almacén y logística de almacenamiento es inseparable, ya que el almacén constituye un punto estratégico de todo el proceso logístico y una unidad esencial en la cadena de suministro que permite que el flujo de productos llegue al consumidor.

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