Las aplicaciones de la robótica en el sector logístico son muchísimas. Esto se debe a que, gracias al uso de robots, se consiguen optimizar multitud de operaciones y procesos logísticos, lo que al final repercute en la prestación de un mejor servicio y a costes más bajos.
La robótica es la técnica de crear máquinas o robots que desarrollen tareas o trabajos determinados. Los robots se pueden emplear en cualquier sector. Sin embargo, lo más habitual es encontrarlos en la industria y los almacenes, ya que sus aplicaciones son especialmente útiles en estos lugares al poder realizar tareas y funciones que, para los humanos, resultan especialmente tediosas o complicadas.
La innovación tecnológica es una constante en el sector de la logística. Gracias a las múltiples aplicaciones de la robótica, el uso de robots es ya hoy en día muy habitual en muchas de las operaciones logísticas más comunes. Algunos buenos ejemplos de estas aplicaciones son las siguientes.
Una de las principales aplicaciones de la robótica en el sector logístico la encontramos en las funciones de almacenamiento. Los robots de almacén pueden ser muy variados, desde brazos robóticos a robots móviles que pueden desplazar los paquetes de un punto a otro. Sus funciones respecto al almacenaje incluyen desde funciones automáticas a funciones destinadas a facilitar el trabajo a los trabajadores humanos, por ejemplo a la hora de acercar un paquete o un producto que se encuentre en un estante de difícil acceso.
Además de las funciones relativas al almacenamiento, cada vez son más los robots que pueden llevar a cabo funciones de picking. Es decir, labores relacionadas con la preparación de envíos o paquetes que, en muchos casos, incluyen varios productos diferentes.
Las aplicaciones de robótica en las funciones de packaging o embalaje de productos son de las que están más desarrolladas en el sector de la logística. En este sentido, se pueden encontrar robots encargados de realizar el embalaje tanto de los productos de forma individual como de los pedidos que se van a enviar, que, por lo general, deben incluir embalajes adicionales a los propios de los productos individuales.
Otra de las aplicaciones de robótica que no se puede pasar por alto en el sector logístico son todas aquellas relacionadas con la carga y descarga de mercancías. Gracias al uso de robots, estas funciones, que muchas veces requieren de bastante fuerza física, pueden realizarse de forma rápida y cómoda.
Finalmente, es necesario mencionar también las funciones relacionadas con la distribución autónoma. Aunque todavía no son las más comunes, el uso de robots que se ocupen de la distribución autónoma de los despachos cada vez es más habitual. En este sentido, se pueden mencionar tanto los drones como los coches autónomos y los robots de reparto, que prometen convertirse en algo habitual en los próximos años.
Los robots constituyen un elemento común en el día a día de la logística actual. Esto se debe a que representan herramientas de gran ayuda en muchos de los procesos logísticos que, por sus características, resultan tediosos y complicados para los trabajadores humanos. Por ello, las aplicaciones de la robótica en el sector logístico no hacen otra cosa que ampliarse día tras día, lo que hace pensar que se trata de una tendencia que se mantendrá e, incluso, que se incrementará con creces en los próximos años.