En este artículo te contamos qué es el Design Thinking y te presentamos 4 ejemplos de Design Thinking que muestran lo útil que puede llegar a ser esta metodología.
La metodología Design Thinking, o pensamiento de diseño, consiste en un conjunto de herramientas y acciones destinadas a diseñar una solución a un problema concreto. Su característica principal consiste en que pone el énfasis en el diseño y en el usuario.
De esta forma, ante la necesidad de un usuario, se opta por dividir el problema en elementos más pequeños. A continuación, se procede a analizar cada uno de los problemas pequeños desde la perspectiva de un diseñador y se aporta una solución a cada uno de ellos. Finalmente, se aporta una solución conjunta desde la perspectiva del diseño, y teniendo siempre en el centro del pensamiento al usuario y sus necesidades.
A continuación te presentamos 4 ejemplos de Design Thinking que han sido puestos en marcha por diferentes empresas y que tienen algo en común: son ejemplos de éxito.
Hoy en día todo el mundo conoce Airbnb, la web de referencia a la hora de buscar alojamiento en todo el mundo. Pero esto no siempre ha sido así. En 2009 su recaudación apenas alcanzaba los 900 dólares mensuales.
Sin embargo, uno de sus fundadores, Joe Gebbia, optó por aplicar la metodología Design Thinking. Empezó a realizar entrevistas a los clientes de la empresa de alojamientos. Estudió el mercado y las necesidades de los usuarios y rediseñó la web y la forma en que los usuarios se comunican entre sí. Actualmente Airbnb es una compañía presente en los cinco continentes y la principal referencia cuando se trata de buscar alquileres vacacionales.
La Ópera de San Francisco (SFO) se enfrentaba a unos recursos limitados y a un público cada vez más reducido. Sin embargo, gracias a la metodología Design Thinking se encontró una solución que le permitió posicionarse como un nuevo referente a nivel mundial.
De esta forma nació Barely Opera, un evento que ha conseguido darle un aire nuevo a la producción operística de la ciudad californiana. Barely Opera se presenta como una alternativa a la ópera tradicional, más económica y asequible tanto para la propia SFO como para los usuarios (muchos de ellos gente joven o estudiantes).
Otro ejemplo de Design Thinking exitoso lo encontramos en SAP. La empresa de software de gestión y ERP ha utilizado el Design Thinking para mejorar sus productos de manera interna. Era necesario adaptar el software para hacerlo más sencillo y manejable. Y, sobre todo, que respondiera a las necesidades reales de los usuarios en su día a día.
Gracias al uso de la metodología Design Thinking esto ha sido posible. Esto ha permitido adaptar los productos de SAP mejor a las necesidades concretas de sus clientes. Se ha mejorado la experiencia de usuario teniendo en cuenta las opiniones de los propios clientes, se ha optimizado la interfaz y, en conjunto, se ha obtenido una experiencia más eficiente y ágil en todos los sentidos.
El banco español es otro de los mejores ejemplos de Design Thinking exitosos. Gracias a esta metodología, BBVA está acercando la tecnología y humanidad, consiguiendo una experiencia de uso mucho más cercana y amable. Partiendo de la necesidad del usuario de sentirse más seguro cuando utiliza los cajeros, BBVA, junto a la firma IDEO, han rediseñado los cajeros automáticos adaptados a estas necesidades.
El resultado ha sido un terminal que ofrece una experiencia de usuario mucho más sencilla, donde se ha simplificado el teclado y la visualización, así como una pantalla que aporta mayor privacidad y, con ella, mayor seguridad.
Estos son solo algunos ejemplos de Design Thinking y de todo lo que puede hacerse cuando se repiensa el diseño teniendo al usuario en el centro del pensamiento. La metodología Design Thinking se puede aplicar a cualquier campo o sector, ya sea un proceso productivo, la distribución logística, la experiencia de usuario o, sencillamente, un modelo de negocio completamente nuevo. Si puedes pensarlo entonces puedes diseñarlo.