La distribución de un almacén es esencial para optimizar al máximo el espacio disponible y los procesos logísticos vinculados a la logística de almacén. Sigue leyendo y te contamos todas las claves al respecto.
Existen diferentes tipos de distribución de almacenes. Se habla de distribución de un almacén en relación a la forma en que este se diseña. Esto depende directamente del tipo de bodega en sí mismo. Es decir, dependiendo de las características del propio almacén, del tipo de productos que se van a almacenar y del tipo de logística interna que se tenga que llevar a cabo en la bodega en cuestión.
En este sentido, algunos de los tipos de distribución de almacenes más habituales son los siguientes:
Gracias a la distribución de un almacén logístico, se consigue que los procesos logísticos sean mucho más eficientes y, de este modo, se optimizan los recursos disponibles.
La distribución de un almacén logístico, o el layout de un almacén, debe orientarse acorde a la rotación de los productos. Es decir, todos los productos que se almacenan no se distribuyen de manera unánime, sino que se tiene en cuenta el tiempo que permanecerán en el almacén dependiendo de la demanda existente y prevista en cada caso. De este modo, según la naturaleza y el tiempo de rotación estimado de cada producto, este se almacena en un lugar u otro.
Por lo general, la distribución de un almacén se suele dividir en cuatro zonas diferentes:
Es el lugar en donde se reciben los nuevos productos.
Es el lugar en el que se guardan los productos recibidos después de que sean inventariados.
Es el lugar en el que se preparan los pedidos acorde a las ventas realizadas.
Es el lugar por el que los pedidos ya preparados son enviados a los compradores después de haber realizado las labores de picking correspondientes en cada caso.
Hablamos del layout de un almacén para referirnos tanto a la propia distribución de un almacén como al diseño o la planificación de dicha distribución.
En este sentido, es habitual realizar el layout de un almacén en Excel, ya que es un software que permite realizar este diseño y planificación de forma sencilla y rápida. Sin embargo, aunque hacer el layout de un almacén en Excel es posible, siempre es más recomendable usar programas o herramientas especializadas o diseñadas, de forma específica, para tal fin. Esto se debe a que, aunque Excel es un programa que ofrece muchos usos, precisamente al ser un programa tan genérico, puede no terminar de responder completamente a las necesidades más específicas del layout de un almacén que gestiona volúmenes elevados de productos y mercancías.
Un ejemplo de distribución de almacenes distribuye los espacios disponibles en diferentes zonas con objetivos logísticos concretos y bien definidos, de tal forma que se dispusiera de un plano de almacén con áreas y funciones correspondientes entre sí.
Tal y como aparece en la siguiente imagen de Ingeniería Industrial Online, se puede apreciar que cada zona del almacén tiene una función concreta y bien determinada que, además, tiene que funcionar de forma coherente respecto al resto de zonas (tanto las limítrofes como el resto).
Fuente: ingenieriaindustrialonline.com
En este sentido, un buen ejemplo de distribución de almacenes podría ser el siguiente:
Todas estas zonas deben estar correctamente definidas en el plano de un almacén con áreas y funciones en cada caso. De esta forma, la especialización de cada una de las zonas, permite que los procesos logísticos se ejecuten de forma mucho más eficiente, lo que permite, a su vez, la optimización del almacén y logística de almacenamiento en su conjunto.
Como puedes ver, la logística de almacén es mucho más compleja que, simplemente, conservar las mercancías. En este sentido, el uso de herramientas logísticas es esencial para optimizar el proceso en su conjunto. Como sucede, por ejemplo, con las herramientas de DispatchTrack, gracias a las que podrás planificar y diseñar tus rutas de reparto, así como gestionar de la manera más eficiente posible los despachos de tus pedidos.