Encontrar algún ejemplo de SMED en logística no es una novedad, pues es una técnica altamente aplicable para muchos procesos empresariales. Aun cuando el objetivo es hacer más eficientes los procesos productivos, en consecuencia esta metodología ofrece resultados beneficiosos en la optimización de procesos de distribución y entrega de lotes.
En este artículo te presentaremos esta técnica de lean manufacturing, así como también algunos ejemplos cortos de SMED en procesos logísticos para que puedas conocer sus efectos sobre este sector.
Antes de presentar un ejemplo de SMED, tengamos en cuenta que SMED es el acrónimo para Single-Minute Exchange of Die, que quiere decir: cambio de matriz en menos de 10 minutos. Es un método de lean supply chain que simplifica y optimiza el tiempo de cambio de máquina o herramienta durante el tiempo transcurrido entre la fabricación de la última pieza buena del lote anterior y la primera pieza buena del próximo.
Con esta técnica se busca flexibilizar las líneas de producción, aumentando la rotación del inventario y disminuyendo el tamaño de los lotes. Para lograr esto, se busca convertir tantas actividades internas en externas como sea posible, disminuyendo así el tiempo de cambio sin que se vean interrumpidas las operaciones y producción.
Podemos entender un ejemplo de SMED como la aplicación de una metodología para mejorar las actividades empresariales. Esta, al igual que el ciclo Deming o ciclo PHVA, cuenta con una serie de etapas para reducir los riesgos y posibles errores. Entre sus principales etapas tenemos:
Con esto en mente, veamos un ejemplo de SMED paso a paso en cada una de estas etapas:
Antes de aplicar cualquier técnica de optimización lean, es importante identificar la operación general del equipo. Es decir, cómo ha estado funcionando hasta ese momento. En el caso de ejemplos de aplicación SMED, debemos tomar en cuenta: tiempos de limpieza de equipos, tiempos de espera por pausas, almuerzos, preparación de elementos, tiempos de montaje, desmontaje, tamaño de lote, etc.
Para esto se puede recurrir a cronómetros, planillas o bien a herramientas que automaticen el registro del funcionamiento de la empresa. Así como también, a diagramas o histogramas que permitan categorizar las tareas y procesos. De esta manera, es posible contar con información precisa y objetiva de las operaciones a mejorar.
Luego de que contamos con la actividad y tiempos identificados, el siguiente paso para los ejemplos del método SMED es clasificar las actividades que se realizan durante el tiempo de cambio en:
Con las distintas tareas clasificadas, es momento de analizar detalladamente cuáles son las actividades internas que pueden ajustarse o realizarse antes y/o después del cambio de matriz o bien, antes de que la maquinaria se detenga. De esta manera, se estará agilizando el tiempo de trabajo y aligerando la carga laboral.
Para este ejemplo de SMED paso a paso, podemos tomar en cuenta actividades como el transporte de materiales o insumos hacía/desde el equipo, preparación de materiales o de herramientas con el equipo en funcionamiento, entre otras.
Una vez organizadas las actividades es momento de transformarlas en procesos flexibles. Recordemos, que el objetivo de los ejemplos de SMED en actividades internas y externas es convertirlas en tareas más prácticas y simples, tanto como sea posible.
Para esto, es preferible que el personal completo reciba una capacitación integral sobre la metodología, a fin de incentivar la proactividad y búsqueda de soluciones grupales. En caso de que se trate de un proceso muy complejo o de numerosas actividades, lo recomendable es aplicar la optimización ejecutando herramientas como diagramas de flujo, de dispersión, gráficos de control, etc.
Para concluir, habiendo aplicado las mejoras, debemos medir los resultados obtenidos a fin de verificar cuáles de los objetivos se han cumplido y cuáles son aquellos aspectos que deben cambiarse.
Para todos los ejemplos del método SMED es fundamental realizar esta etapa. Por ello, una vez iniciada la aplicación de la técnica se tienen que realizar periódicamente registros, reportes y gráficos de la actividad. De esta forma, tomar las decisiones estratégicas necesarias para llevar a cabo nuevas mejoras bajo el enfoque de la logística lean.
De esta manera, mediante el ejemplo de SMED la empresa podrá conocer a detalle cómo están funcionando sus actividades productivas, visualizando los resultados obtenidos con la técnica con el propósito de ajustar las estrategias que requieren ser mejoradas. Esto con el objetivo de impulsar la eficiencia y calidad del servicio, ya que si el proceso productivo es llevado a su máximo nivel de rendimiento, entonces todos los demás procesos siguientes dentro de la cadena de suministro también se verán beneficiados a nivel de tiempos y calidad.