Entrega de productos: aspectos fundamentales para una buena logística
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La entrega de productos es el objetivo final de todo proceso logístico. Para que este se pueda desarrollar correctamente, no basta con que el producto llegue al consumidor final, sino que la entrega debe realizarse de forma determinada y conforme a las condiciones establecidas en la compra. A continuación profundizamos sobre algunos de los aspectos fundamentales para una buena entrega de productos en el sector logístico.
¿Qué se entiende por entrega de productos?
La entrega de productos es el despacho del pedido o paquete adquirido por el consumidor. Es decir, es el resultado de todo el proceso logístico previo, que se inicia en el momento en el que el cliente realiza la compra y dura durante todo el proceso que permite que el producto llegue del almacén hasta las manos del cliente en cuestión.
¿Qué es el seguimiento logístico?
El seguimiento logístico es la gestión y control del proceso logístico durante todas sus fases. Este seguimiento se debe iniciar en el momento en el que el cliente realiza una compra. A partir de ese momento, se desarrollan distintas fases por las que pasa el producto hasta que se realiza la entrega. Durante todas estas fases debe existir el seguimiento logístico del producto, ya que es el que permitirá que el proceso se desarrolle de la manera lo más eficiente posible y, en consecuencia, que la entrega de productos se lleve a cabo según la manera estipulada tanto en tiempo como en forma.
¿Qué importancia tiene el tiempo de entrega de productos?
Al hablar de entrega de productos hay que entender que no basta con que el producto llegue a manos del cliente. Esta entrega debe realizarse conforme a las características con las que el cliente adquirió el producto. Es decir, características relativas tanto al tiempo como a la forma de entrega.
El cliente necesita que el producto le llegue en un determinado momento. Si es posible (y el cliente quiere), tal vez antes. Pero nunca después. Que la entrega de productos se lleve a cabo después del tiempo estipulado constituye un problema incluso cuando el producto se entrega en las condiciones físicas estipuladas. Sin embargo, si dicha entrega no se realiza en el tiempo adecuado, no se puede considerar que dicha entrega se haya realizado correctamente. Al menos, no de forma completa.
¿Cómo realizar una entrega de productos correcta?
Teniendo en cuenta los elementos relativos a la entrega de productos tanto en forma como en tiempo, existen ciertos elementos que se deben tener en cuenta y que ayudan a que la entrega se realice correctamente.
- Seguimiento de las entregas: El primer factor que hay que tener en cuenta es que se debe hacer un seguimiento de las entregas durante todo el proceso. Esto permite tratar de manera individualizada cada pedido y, así, poder tomar las decisiones más adecuadas en cada momento para poder garantizar que el despacho se realiza tanto en tiempo como en forma.
- Cuidar la última milla: Todas las fases logísticas que culminan con la entrega de productos son importantes, pero el reparto en última milla es determinante a la hora de garantizar la satisfacción del cliente. Por ello, es importante que se le presta especial atención y que se disponga de los medios necesarios para garantizar una buena ejecución de la misma.
- Gestión y organización de itinerarios: De forma paralela a lo anterior, para que la entrega de productos se realice de manera eficaz, es necesario gestionar y organizar previamente las rutas de reparto. Esto consigue que dichas rutas sean lo más eficientes posible, lo que al final redundará en beneficios tanto para la empresa logística como para el propio cliente.
- Administración de datos: Finalmente, otro de los elementos que cumple un papel determinante en la entrega de productos son los datos. Los datos de los clientes y de los pedidos son fundamentales a la hora de que el despacho de pedidos se ejecute correctamente, por lo que es muy importante contar con una base de datos actualizada, de fácil acceso para los repartidores y, sobre todo, que sea capaz de responder a los distintos contratiempos o imprevistos que puedan acontecer durante las entregas.
De esta forma, se mejoran las condiciones en las que se realiza la gestión de los pedidos y su reparto. En consecuencia, se mejora también la entrega de productos, con lo que se realiza de forma conforme a lo esperado por el cliente, garantizando también su satisfacción con la entrega.