En este artículo te explicamos qué es un equipo de entrega y reparto y qué papel cumplen a la hora de garantizar la cadena de suministro, la cadena logística y la plena satisfacción del cliente con la experiencia de compra. ¡Toma nota!
A grandes rasgos, se puede definir un equipo de entrega y reparto como el conjunto de vehículos que llevan a cabo el proceso de logística de distribución y transporte de una empresa. Es decir, la flota de vehículos que se ocupa de ejecutar los despachos.
En este sentido, se trata del equipo que se encarga de gestionar elementos tan importantes como la experiencia de última milla o las rutas de distribución de productos, entre otros elementos.
Un equipo de entrega y reparto en contabilidad hace referencia a los registros contables de los procesos internos que llevan a cabo los vehículos de la flota logística a lo largo de su existencia. Es decir, a las distintas fases por las que pasa el vehículo desde que es adquirido por una empresa hasta que es eliminado o reemplazado por otro nuevo. Debido a esto, en muchas ocasiones se puede hablar directamente de equipo de transporte en contabilidad.
De este modo, el equipo de entrega y reparto en contabilidad se entienden como activos de capital de la empresa, y del coste que tienen para la compañía en términos económicos. De hecho, la gestión del equipo de entrega y reparto afecta de forma directa a elementos como la logística de transporte y las entregas a domicilio, que están íntimamente ligados con la satisfacción del consumidor.
Una duda habitual que surge cuando se habla de la flota logística es si el equipo de entrega y reparto es activo o pasivo. Es decir, si constituye un bien que forma parte del valor de la propia compañía o si, por el contrario, es una obligación que esta ha adquirido con su actividad.
La cuestión de si el equipo de entrega y reparto es activo o pasivo depende de cada caso en concreto. ¿Por qué? Porque no todas las empresas son dueñas de las flotas de vehículos que utilizan para ejecutar las labores de distribución y logística. Veamos, si el equipo de entrega y reparto está constituido por vehículos que pertenecen al propio negocio, estaremos hablando de un activo. Por el contrario, si los vehículos pertenecen a una tercera compañía, estaremos hablando de un pasivo.
En cualquier caso, tanto cuando el equipo de entrega y reparto actúa como un activo como cuando lo hace como un pasivo, se trata de un equipo destinado a la entrega de paquetes.
El equipo de entrega y reparto, desde la perspectiva de un equipo de transporte en contabilidad, debe aumentar o disminuir acorde a la demanda de pedidos que hay que satisfacer. Es decir, desde la perspectiva estrictamente de la contabilidad, los vehículos son activos que deben satisfacer las necesidades de la empresa.
En otras palabras, no interesa tener más vehículos de los necesarios, ya que permanecerán parados. Del mismo modo, no interesa tener menos vehículos de los necesarios, ya que esto ralentiza el proceso de entregas y conlleva cuellos de botella en el reparto, un problema habitual en muchas empresas de transporte.
Por este motivo, el aumento o disminución de la flota debe ir en consonancia con las expectativas de ventas, y adaptarse de forma continua según las previsiones de demanda con las que se trabaja.
Desde una perspectiva de la contabilidad de la empresa, existe una importante diferencia entre equipos de reparto y transporte. En este sentido, hablar de equipos de reparto hace referencia de forma específica a los equipos que se encargan del transporte de las ventas. Es decir, de los pedidos que van a ser enviados directamente a los consumidores finales.
Por el contrario, cuando en contabilidad se habla de transporte, se hace referencia al transporte en general que es necesario para el correcto funcionamiento de la empresa. Es decir, dentro del transporte de productos se pueden incluir los equipos de reparto, pero el transporte es mucho más amplio que únicamente los equipos de reparto. Por ejemplo, el acopio de materias primas para la producción es un elemento que forma parte del transporte, pero no de los equipos de reparto para el servicio de entrega.
Esta es la principal diferencia entre equipos de reparto y transporte desde la perspectiva de la contabilidad, lo que implica que sean tratados y gestionados de forma separada e independiente. De esta forma, el equipo de entrega y reparto se ocupa de la entrega de mercancías y de la entrega de pedidos, mientras que el transporte incluye elementos de traslación de materias primas y productos que no implican la entrega a los compradores o consumidores.
Existen diversos ejemplos de equipo de entrega y reparto. Según el tipo de compañía y los productos con los que trabaje encontramos diferentes tipologías. Algunos de los más habituales son los siguientes:
Estos tres ejemplos de equipo de entrega y reparto ponen de manifiesto la diversidad de equipos que podemos encontrar en logística y, además, la necesidad que tienen las compañías de adaptarse en cada caso para conseguir la optimización de los recursos.
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