La gestión de la Cadena de Suministro (SCM por sus siglas en inglés) es un pilar fundamental en la comunicación de tu empresa con otros actores vinculados a tu negocio. Se trata de una función encargada de gestionar todo el flujo de bienes e información relacionada con el producto o servicio, incluyendo materias primas hasta la entrega final del producto.
En la Cadena de Suministro hay un amplio número de actores conectados entre sí. Esto incluye proveedores, fabricantes, distribuidores, transportistas, entre otros. Por eso es evidente que una buena gestión es necesaria para que cada variable esté alineada y no dañe el funcionamiento del negocio.
Dentro de las actividades abarcadas por la Cadena de Suministro, se encuentran principalmente las relacionadas al aprovisionamiento, el ciclo de vida del producto, planificación de inventarios y la logística, incluyendo el transporte y la gestión de la flota.
Cabe señalar que ha habido una evolución en cuanto al manejo de la Cadena de Suministro. Si antes Henry Ford marcó un precedente en la producción de bienes en masa, en su caso los automóviles, ahora las compañías deben cumplir con las demandas de un consumidor que con el auge del comercio electrónico se ha expandido enormemente los últimos años, sobre todo con la pandemia.
Satisfacer de forma eficiente las necesidades de los clientes es uno de los principales objetivos de la gestión de la Cadena de Suministro, donde se debe considerar la capacidad estructural de la organización y que cada empresa que compone la cadena funcione como un todo.
Dicho esto, existen tres conceptos claves para desarrollar una gestión exitosa:
Tiene relación con que cada empresa que forma parte de la cadena comparte información importante de sus funciones. Debería incluir datos de las ventas, los planes de producción, los niveles de inventario, las capacidades de las flotas, entre otros. Si la entrega de información es fluida y bien conducida, algunos de los beneficios que generan son:
Es la fase siguiente y se llega una vez que se logra la integración de las empresas involucradas en la cadena. Cuando ya están integradas las áreas del negocio, cada una tiene mayor claridad y visibilidad de su rol, lo que les permite operar de manera más precisa.
Esta visibilidad le brinda la oportunidad a la firma de saber con precisión la información clave para su desarrollo, como los niveles de fabricación, la capacidad del inventario, la cantidad de demanda con que cuenta cada empresa de la cadena.
Asimismo, al contar con aquella información se logrará que las empresas puedan administrar de manera óptima sus recursos y mejorar su planificación a futuro.
El escenario más favorable de una Cadena de Suministro es cuando cada empresa que la componen colabora con la otra para sacar un máximo rendimiento en sus respectivos procesos.
Cuando eso ocurre, se obtienen beneficios importantes tales como:
En la Cadena de Suministro pueden ocurrir ciertas descoordinaciones que pueden afectar la eficiencia del trabajo. Con el constante movimiento en cada etapa de la cadena, pueden ocurrir ciertos errores en el proceso, sobre todo si se trata de empresas con operaciones más grandes y que se componen de muchos actores.
La planificación es fundamental para evitar distintas fallas, como por ejemplo, desbalances en el inventario o quiebres de stock, que puedan afectar la gestión ante una alta demanda de productos. Cada eslabón de la cadena debe compartir y canalizar de forma correcta la información de sus procesos internos para gestionar de forma oportuna.
En cuanto a los costos derivados de una descoordinación, encontramos los siguientes:
A continuación revisaremos los tipos de planificación que existen para gestionar la Cadena de Suministro:
Es un tipo de planificación más general y abarca un plazo mucho más largo, incluso de años. Para que funcione, debe incluir un plan de desarrollo donde se cuente ya con el número y la localización de fábricas, centros de distribución, capacidad de las bodegas, entre otros. Los efectos de esta estrategia son más a largo plazo y rara vez sufren modificaciones.
Una buena planificación estratégica debe cumplir con lo siguiente:
Contempla una planificación más a mediano plazo para alcanzar los objetivos deseados, donde abarca de uno a tres meses. Para funcionar se debe hacer una predicción de la demanda y luego tomar decisiones en otras áreas, como por ejemplo la cantidad de inventario que se dispondrá o la elección de los proveedores.
Entre las características de una planificación táctica, tenemos:
Toma en cuenta las decisiones del día a día para cumplir con los objetivos estratégicos y tácticos, por lo cual es de muy corto plazo y enfocado en los detalles, como la salida de los camiones desde el centro de distribución. Considerando la alta demanda de pedidos, la planificación operativa cobra cada vez mayor relevancia para enfrentar estos cambios del ecommerce.
Sus características son las siguientes:
Los software de logística juegan un rol fundamental para que las distintas empresas que forman parte de la Cadena de Suministro funcionen de manera eficiente. En ese escenario, DispatchTrack se ha destacado por entregar las soluciones tecnológicas más modernas del mercado.
Por un lado, el software LastMile se encarga de monitorear en tiempo real el transporte logístico durante las entregas de última milla, incluyendo indicadores de desempeño para medir la satisfacción de los clientes. Mientras que PlannerPro es una herramienta especializada en la planificación y optimización de las rutas que realizan los transportistas.