GIG economy y logística de última milla ¿un calce perfecto?
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En tiempos donde los consumidores recurren cada vez más al e-commerce para satisfacer sus necesidades de compra, la Gig Economy aparece como un potencial aliado de la logística de última milla para cubrir las altas expectativas de tiempos de entrega que tiene el mercado.
En la actualidad vivimos una constante transformación digital, con tecnologías que han cambiado para siempre lo que entendíamos por economía, comunicación, logística y hasta espacios de trabajo “ideales”. Las personas y las empresas están en constante evolución tecnológica y el paradigma de la forma en que nos informamos, de realizar compras en tiendas o de oficinas repletas de empleados sentados en sus escritorios, ya no son reflejo de la forma en que la sociedad evoluciona.
Las generaciones que son nativas digitales buscan hoy nuevas maneras de trabajar, que les permitan sumar más ingresos, realizar labores de forma remota y compatibilizar sus labores profesionales con su vida personal. Esta visión es la que explica la fuerza que ha adquirido lo que conocemos como Gig Economy, que en términos laborales tiene que ver con la figura de los “freelancers” y profesionales tercerizados, un modelo que permite a las empresas contratar a personas por un periodo determinado o tareas específicas.
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Este formato de trabajo fue ganando adeptos en algunos sectores, especialmente de servicios, y tomó distintas formas, como el trabajo colaborativo online y el trabajo on demand a través de aplicaciones móviles y plataformas web de convocatoria de empleos. En Chile, la modalidad de “economía colaborativa” es la que mayor popularidad ha ganado, la cual se basa en el intercambio o arriendo de producto y/o servicios mediante plataformas tecnológicas.
Empresas como Airbnb (plataforma web de alojamiento privado compartido) y Uber (plataforma web de transporte privado compartido) fueron pioneras y actualmente siguen siendo referentes en este modelo negocio.
Logística urbana: el futuro de la entrega de última milla.
El sector de la logística urbana parece estar al borde de dicha disrupción. El auge del e-commerce, el descontento constante con los servicios de logística y paquetería tradicionales, la creciente congestión urbana, los problemas de estacionamiento, la necesidad de reducir las emisiones contaminantes o las pérdidas económicas en la distribución de última milla son sólo algunos de los indicadores que apuntan a ello.
Asimismo, han nacido ya las primeras plataformas que lidian con el problema de la entrega de última milla, con la gestión de capacidad sobrante en los almacenes o con la gestión de capacidad sobrante de los vehículos.
Rappi es un ejemplo de aplicaciones de última milla que utilizan mensajeros autónomos para transportar paquetería entre negocios (B2B), o entre empresas y particulares (B2C), en bicicleta. Los mismo sucede con las empresas Pedidos Ya o Uber Eats para el reparto de comida a domicilio. El servicio ofrecido garantiza costes bajos y una mayor sostenibilidad ambiental.
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Este fenómeno no es una simple coincidencia, pues según el estudio “From Workforce to Workfit”, realizado por la empresa especializada en consultoría externa Kelly Services, Asia encabeza la demanda de este tipo de servicios con 84%. Le siguen Europa con 80%, América del Sur con 54% y Estados Unidos con 47%. Otras cifras que llaman bastante la atención son que 62% de los gerentes que recurren a trabajadores freelance consideran que éstos son los empleados del futuro y que 97% de las empresas que trabajan con agentes libres indican sentirse satisfechas con los resultados.
¿Cuáles son las ventajas que ofrece la Gig Economy para la logística de última milla?
El beneficio del formato de servicio de la Gig Economy es transversal a economías, países y culturas, y destacan entre sus ventajas:
- - Reduce los tiempos de entrega al consumidor.
- - Uso de software y plataformas de geolocalización que permiten monitorear el servicio y su calidad.
- - Reducción de costos en empleados, pues no se emplea a personas de forma permanente, ni con un contrato fijo o a tiempo indefinido.
- - Ayuda a expandir la base productiva sin realizar una mayor inversión.
- - Fomenta el impulso de empresas B y amigables con el medio ambiente.
- - Impulsa el nacimiento de emprendedores y de nuevos empleos complementarios.
- - Ayuda al crecimiento de las pequeñas y medianas empresas mejorando su nivel de servicio.
Un gran poder trae consigo una gran responsabilidad.
La Gig Economy representa también un desafío importante para las compañías en términos de la seguridad de los datos: significa entregar acceso a información corporativa a personas que no son empleados, pero que requieren utilizarla para llevar a cabo las tareas para las que fueron contratadas. En este sentido, los métodos tradicionales -como cambiar la contraseña de las cuentas o actualizar el programa antivirus- ya no bastan, porque el mundo, el espacio de trabajo y la tecnología evolucionaron. Vivimos nuevos tiempos que requieren nuevos enfoques en seguridad.
Para esto, la tecnología de la virtualización de aplicaciones y escritorios es clave para garantizar que los datos siempre estén seguros y centralizados en un datacenter, y no almacenados en los diferentes dispositivos que pueden utilizar los colaboradores “freelancers”. Además, con este tipo de soluciones, los empleados “part-time” necesitan autentificación para acceder a las aplicaciones y a la información corporativa, de manera que el área de TI pueda hacer un seguimiento del uso de los datos, e incluso eliminar el acceso cuando dichos colaboradores dejan de trabajar para la compañía.
Otro punto importante es poner a las personas en el centro de la estrategia de seguridad, con lo que se denomina seguridad contextual. A través del uso de ‘algoritmos machine learning’ se pueden conocer los comportamientos de los usuarios, cómo usan la tecnología y cómo utilizan los datos. Ello, a fin de resguardar la información corporativa, sin afectar la productividad, la experiencia de trabajo y sin aplicar políticas restrictivas.
Por otra parte, también es recomendable crear una infraestructura segura desde su concepción, capaz de resistir a ataques o mitigar los efectos de comportamientos riesgosos. Para ellos, existen soluciones tendientes a encriptar el tráfico que circula en la red y aplicar un software que verifique la identidad y las credenciales de acceso de las personas.
Hoy es Gig Economy ¿mañana qué será?
La transformación digital de la sociedad y la economía ha generado que tendencias como el Gig Economy sean una realidad en el sector logístico. Aunque este fenómeno aún tiene retos importantes –por ejemplo, implementar soluciones que contribuyan a la generación de nuevos formatos que combinen de la mejor manera la experiencia del usuario y la seguridad de los datos– hoy tiene una gran oportunidad gracias al crecimiento del e-commerce y la necesidad de mejorar la logística de última milla.
No sabemos cuál será la fecha de vencimiento de este fenómeno, pues se espera que en el futuro los paquetes pueden ser entregados por vehículos autónomos o drones, y ahí el juego cambiará radicalmente.
Pero independientemente de que el futuro sea autónomo o no, esta nueva tendencia muestra que los diferentes players de la cadena de suministro están tratando activamente de perfeccionar la última milla, con el fin de mantenerse al día con respecto a las demandas de los consumidores.