Los ejemplos de uso de la tecnología en logística y transporte son incontables. De hecho, la presencia de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en la sociedad actual ha conseguido cambiarla por completo. Ese cambio lo vemos reflejado en la evolución de los medios de comunicación, las transacciones bancarias, la gestión del transporte, los métodos de compra de productos, etc.
Como consecuencia, se ha venido construyendo lo que se conoce como la “sociedad de la información”, que es aquella en la que el uso de las TICs en las empresas ha modificado la manera en que se crea, se comparte y se distribuye la información. Dentro de la cadena de suministro este fenómeno tiene sus bases en el uso de diferentes tecnologías en logística interconectadas entre sí, las cuales permiten la inmediatez en el acceso y la gestión de datos de todo tipo, desde datos relacionados con los productos hasta aquellos relacionados con los fabricantes, compradores, distribuidores, las maquinarias, los pisos de venta, etc.
La importancia de la tecnología en logística y transporte se ve reflejada en el hecho de que esta ayuda a eficientar una gran cantidad de procesos en las empresas, impulsando así los niveles de productividad y, por tanto, de rentabilidad. Por ejemplo, gracias al impacto de la ciencia y la tecnología en en los negocios logísticos pueden optimizar los procesos de delivery, lo que permite que a los usuarios se les puedan ofrecer servicios de entrega con costos más amigables, mejorando así la retención de clientes.
En este sentido, la importancia de la tecnología en logística tiene que ver con la capacidad de llevar a su máximo nivel de rendimiento los procesos de inventario, almacenaje, transporte, entre otros. Por ende, se obtienen dinámicas mejores tiempos de trabajo para aquellas tareas rutinarias y repetitivas en el área logística de una empresa, así como también una considerable eliminación de los errores humanos.
Dentro de la gran cantidad de aplicaciones posibles de la tecnología en logística destacan aquellas relacionadas con las transacciones de compra-venta, el tracking y el transporte de productos, y la producción de mercancías.
Uno de los impactos más visibles de los ejemplos de la tecnología en logística se puede percibir respecto a la forma en que se gestionan los pedidos. Hoy en día, el e-commerce representa el principal sector de trabajo para la logística, ya que un volumen muy elevado de las transacciones comerciales se ha desplazado de los comercios tradicionales a los comercios digitales, lo que requiere de una infraestructura logística que permita hacer llegar los pedidos desde los productos hasta los clientes finales que han realizado sus compras vía online. Todo este proceso se lleva a cabo mediante sistemas informáticos de compra digital, procesamiento de pagos electrónicos, gestión de pedidos, etc.
La aplicación de la tecnología en logística también se lleva a cabo a través de sistemas de GPS, RFID, internet de las cosas (IoT) y blockchain, los cuales son utilizados para realizar una trazabilidad de los productos, no solo durante los procesos de almacenamiento o de entrega, sino también cuando recorren cada una de las otras etapas de la cadena de suministro.
Otro uso bastante importante lo vemos en la tecnología en la logística de transporte. Por ejemplo, a través de software para transporte logístico que sirve para la planificación de rutas de distribución o supervisión de los transportistas en tiempo real durante las entregas de última milla. Gracias a este tipo de herramientas se pueden utilizar rutas más eficientes en la cadena de distribución logística, abaratar costos, reducir los recursos necesarios para las entregas y optimizar el servicio al cliente.
La “producción bajo demanda” no es un elemento exclusivo de las economías de la sociedad de la información, pero sí representa un modelo de producción que se ha expandido a partir de su implementación gracias a la transformación digital. En este contexto, el uso de la tecnología en logística ha permitido que muchos productos sean producidos únicamente en el momento en el que existe una demanda específica para los mismos. De este modo, las herramientas tecnológicas consiguen mejorar la eficiencia de los procesos tanto de producción como de logística posteriores a su salida de la bodega, evitando que se genere una producción excesiva o se ralentice la rotación de stock.
En la práctica real, entre los ejemplos de la tecnología en logística podemos mencionar el de AD Retail (ABCDin + Dijon), un servicio holding que en su centro de distribución urbana implementa avanzada tecnología en logística del proveedor holandés Vanderlande Industries; así como también utiliza softwares como Beetrack para optimizar la trazabilidad de las entregas de última milla en tiempo real.
Otro interesante ejemplo de tecnología en logística es el de Fracción, una farmacia chilena completamente online. Al ser un modelo e-commerce, el cliente puede comprar el producto de forma online y, posteriormente, recibirlo en su domicilio gracias a un servicio de delivery. Con ayuda del software Beetrack, Fracción realiza el seguimiento y la trazabilidad de la entrega para garantizar que esta sea satisfactoria para el cliente y eficiente para la empresa.
Así, en América Latina son cada vez más las empresas que implementan la tecnología en la logística de transporte a través de plataformas como Beetrack, con el objetivo de optimizar todos sus procesos relacionados con la administración de flotas de vehículos y las entregas de última milla.