De acuerdo con Chile Aduana Customs, durante el primer semestre de 2020 la importación de productos en Chile sumó un total de 26.388 millones de dólares, lo que se traduce en un 18,5% menos que el año anterior en el mismo período. Es importante destacar que esta reducción en la importación de productos es similar en muchos países de América Latina, pero no se debe a una tendencia fija, sino es más bien una consecuencia de la pandemia por la COVID-19 que ha azotado al continente desde principios de 2020.
Sin embargo, antes de entrar en detalle sobre ejemplos de importación de productos, veamos primero los aspectos más fundamentales de estos procesos, ya que la exportación e importación de productos son dos conceptos básicos de la logística.
La importación de productos es un proceso mediante el cual un país compra mercancías de cualquier tipo a otro país, para ser utilizadas en el territorio nacional. En este sentido, al país que compra se le conoce como importador y al país que vende se le conoce como exportador.
La importación de productos es importante porque permite abastecer el mercado con productos que no se producen en ninguna o en poca medida dentro de la nación. Por ejemplo, si determinado país no cuenta con ensambladoras de vehículos dentro de su territorio, entonces necesita comprar y traer (importar) los vehículos desde otras partes del mundo para que sus ciudadanos puedan adquirirlos y utilizarlos.
Aparte de la definición de importación de productos, también es importante comprender el concepto de exportación de productos, que varía en el enfoque de la logística.
La exportación de productos es el mismo proceso que el anterior, pero visto desde la perspectiva contraria. Es decir, se trata del proceso en el que un país le vende sus mercancías a otro, en vez de comprarlas (como sucede en la importación de productos).
En este sentido, todos los países son de una manera u otra tanto exportadores como importadores de productos. Y conviene destacar que estas actividades de logística de distribución a gran escala entran en el campo del comercio internacional, por lo que deben realizarse bajo las legislaciones internacionales y nacionales de cada país participante.
Dicho esto, los principales tipos de importación de productos son:
De acuerdo con la empresa de inteligencia comercial Veritrade, Nestlé Chile le importa a Argentina alimento para perros en sus distintas presentaciones, con la finalidad de comercializarlo en el mercado chileno. Hasta el 2018, Argentina era su segundo vendedor, después de Brasil.
En este ejemplo de importación de productos se puede ver que tanto Argentina como Brasil realizan el proceso contrario, el de exportación de productos.
Según Veritrade, Samsung Chile importa teléfonos celulares desde Corea, con el objetivo de comercializarlos en el mercado chileno. Sin embargo, como la telefonía móvil está en un mercado de alta competitividad empresarial, Samsung Chile también realiza la importación de estos productos desde países como China, Vietnam y México.
Homecenter Peruanos, conocido comercialmente como Promart Perú, es uno de los mayores minoristas de Perú, y realiza la importación de productos principalmente de China, seguido de Brasil y Alemania. Entre sus principales productos de importación se encuentran lámparas, baldosas y muebles de madera para la comercialización al cliente final..
Lo más interesante de este ejemplo de importación de productos es que Promart utiliza tecnologías desarrolladas por Beetrack para la optimización de las entregas de última milla, lo cual le ha permitido alcanzar un 98 % de efectividad en las entregas y disminuir en un 42 % las llamadas a su call center.
Finalmente, debes saber que si la importación de productos es para el consumo, una vez que la mercancía llega al país y se organiza en los centros logísticos de la empresa, entonces se procede después con su venta, que bien puede ser hacia distribuidores o directamente hacia el cliente final a través de modelos de negocio como el comercio electrónico.
En este punto, los ecommerce deben evaluar sus cadenas de suministro y estar preparados para asumir las entregas a domicilio de forma efectiva y rentable. Una manera de lograrlo es implementando un programas de logística como Beetrack.
Beetrack es una plataforma especializada que cuenta con dos herramientas: PlannerPro, un software de planificación de rutas de distribución, y LastMile, un sistema de seguimiento que permite monitorear a toda la flota de transporte en tiempo real.
Gracias a estas herramientas, los productos que han pasado por una operación logística de importación, pueden llegar a tiempo y en óptimas condiciones a las manos del cliente final; garantizando así un servicio de entrega excepcional durante la última milla.