Colombia representa una de las economías más fuertes de América Latina. Pero el desarrollo de su logística todavía no termina de situarse acorde a esta posición.
En ese escenario, Colombia tiene por delante una serie de desafíos para que el sector logístico pueda potenciarse y sostenerse en el tiempo. Pero, ¿por dónde hay que avanzar? ¿Qué retos deben enfrentar las empresas colombianas para mejorar sus operaciones logísticas?
A continuación, repasamos algunos de los principales desafíos logísticos de Colombia.
Primero, es importante señalar los negativos efectos de la pandemia del Covid-19 en la economía, donde la logística y la última milla de Colombia ha sido golpeada principalmente por factores: La crisis de los contenedores y la inflación.
Una imagen que se ha repetido durante la pandemia es la de cientos de barcos de contenedores varados en los principales puertos del continente americano. Entre los puertos que muestran mayores retrasos se encuentra la terminal de Los Ángeles, en Estados Unidos, con buques que están esperando entre 30 y 45 días para ser atendidos.
Expertos indican que la escasez de contenedores vacíos para mover hacia América Latina está ligada a la operación logística de los puertos de origen y de tránsito, ocasionando que la inflación aumente debido a la mayor demanda de productos y a las altas expectativas en el consumo interno.
Según distintas estimaciones, en Colombia se dejaron de movilizar unas 15 millones de toneladas de carga, tanto de importación como exportación.
Durante la pandemia, el precio de los contenedores se ha disparado a niveles impensados: si antes podía valer en promedio unos 550 dólares, en la emergencia sanitaria estos precios se han quintuplicado, pasando a 2.500 dólares, y el año pasado cada contenedor transportado ha estado entre 18.000 y 22.000 dólares.
Esto impacta directamente a la mercancía que se transporta, pues cuando llega el producto al lugar de destino, por ejemplo Colombia, los productos que se han importado han subido muchísimo de precio por el costo de transporte que se transfiere al producto. De esta manera, puertos como el de Buenaventura, Barranquilla y Cartagena, han sufrido este golpe y el país asume el aumento de los costos que aún continúan en alza.
Lo anterior ha derivado en un problema logístico a nivel mundial para mover mercancías, que tiene un efecto en la inflación.
Si bien la economía colombiana tuvo un crecimiento del 10,2% en 2021 -uno de los mayores crecimientos que ha tenido en su historia- la inflación en enero llegó al 6,94% de variación anual, lo que ha aumentado considerablemente el costo de vida en Colombia.
Una de las principales causas del alza inflacionaria es que debido a los problemas de la logística de transporte de mercancías, han subido los costos de los insumos y materias primas requeridas por la industria para sus distintos procesos productivos, lo que inevitablemente se traslada a los precios que debe pagar el consumidor.
Un ejemplo de los altos precios se da en el sector de la panadería. Si antes el pan costaba 200 pesos colombianos, ahora es difícil encontrarlo a un precio inferior a 300 pesos.
Una buena operación logística de una empresa depende, en gran parte, de un alto nivel de optimización de sus recursos. Precisamente, eso no está pasando en Colombia, pues por la crisis de los contenedores, los costes derivados de estas operaciones son demasiado elevados.
Y para hacerle frente a los impuestos y aranceles que permiten la llegada de mercancías, el consumidor se ve obligado a pagar entre el 35% y 42% del coste final de los productos, y el incremento de las mercancías afecta directamente la optimización de los procesos logísticos en Colombia.
A continuación repasamos los desafíos más importantes que enfrenta el sector logístico de Colombia.
La búsqueda de mejores rutas de transporte es uno de los retos logísticos en Colombia. En la actualidad, casi el 69% de las operaciones de logística se desarrollan en transporte por carretera, una cifra que sigue siendo elevada en comparación a otros países de la región.
Lo positivo es que se están llevando a cabo una serie de estrategias para disponer de otras vías para el transporte de mercancías, como el transporte marítimo, aéreo y férreo.
En ese escenario, en Colombia se está llevando a cabo un ambicioso proyecto para fortalecer el desarrollo intermodal que incluye la construcción de siete carreteras, cuatro aeroportuarios, dos de navegabilidad y uno ferroviario.
Uno de los puntos más destacables de esta política son las medidas para promover el desarrollo de la logística especializada para facilitar la conexión y el intercambio de un modo de transporte a otro, y lo que esto implica en términos de competitividad, eficiencia, reducción de costos y demás.
Asimismo, los beneficios son promover la intermodalidad y multimodalidad, avanzando en concesiones ferroviarias o fluviales con proyectos que permitan transportar un gran volumen de carga en grandes distancias, lo que permitiría conectar las principales ciudades entre sí y a éstas con los puertos.
Disminuir el costo de las operaciones logísticas sigue siendo uno de los principales desafíos de las empresas dedicadas a las entregas de última milla. En este ítem, las empresas colombianas están tomando más en cuenta la relevancia de optimizar las operaciones logísticas. Según la última versión de la Encuesta Nacional de Logística realizada en 2020, 74% de las empresas miden su costo logístico, una leve mejora con respecto al 69,1% de las empresas encuestadas en la versión de 2018.
Por otro lado, el promedio del costo logístico de las empresas del país es de un 12,6%, lo que muestra una disminución en comparación al 13,5% de la edición anterior del estudio. Es decir, de $100 que facturan las empresas en Colombia, $12,60 lo destinan a financiar los costos logísticos, principalmente en lo que respecta al transporte de productos y servicios.
También el estudio dio a conocer las actividades económicas con menor costo logístico, donde la construcción registró un 8,4%, y el comercio un 9,1%. Por otro lado, los niveles más altos se registraron en el sector agropecuario con 22,3 % y minería con 25,1%.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta la logística en Colombia son los tiempos de entrega, considerablemente superiores a lo esperado para un país con una dimensión económica como la colombiana. De media, realizar importaciones y exportaciones en Colombia requiere aproximadamente 112 horas. Por contra, países cercanos como Perú, México y Panamá presentan ratios en torno a las 24-60 horas. Alcanzar estos tiempos, o incluso cifras inferiores, constituye uno de los principales retos para dinamizar el sector.
Para mejorar el desempeño logístico, la Encuesta Nacional de Logística incluyó un indicador llamado Pedido Perfecto, para medir qué tan eficiente -con 100% como puntaje máximo- es la entrega de un pedido, considerando factores como el tiempo de entrega, documentación suficiente, empaque y embalaje correcto, cantidades correctas, entre otros.
Para las empresas encuestadas en 2020, este índice fue del 74,6% del total de los pedidos; y el 43,8% de las empresas encuestadas verifican este tipo de indicadores, lo que demuestra que aún falta que las empresas le den más importancia a mejorar su estructura logística.
Para que las operaciones logísticas de una empresa sean eficientes y optimizadas, es indispensable implementar tecnologías que permitan que este proceso cumpla con las exigencias de los consumidores.
Dentro de las tecnologías más usadas en 2020 por las empresas encuestadas, se incluye el intercambio de datos, servicios en la nube, rastreo y seguimientos de pedidos, sistemas y aplicativos de gestión de bodegas y finalmente planeación de demanda.
En el 2020 el 88,7% de las empresas encuestadas señaló haber implementado por lo menos una de las tecnologías antes mencionadas.
La logística verde no es solo un reto para la logística en Colombia, sino a nivel mundial. Sin embargo, en el caso concreto de Colombia, donde el sector no está plenamente desarrollado en relación al tamaño de su economía, es indispensable que dicho crecimiento lo haga a expensas del nuevo enfoque sostenible que representa la logística verde.
Es decir, una logística en la que se mejora la eficiencia de los despachos gracias a la planificación de rutas de reparto y el uso de una flota vehicular eléctrica que contribuya a un menor impacto medioambiental y al mejoramiento de calidad del aire en los núcleos urbanos.
En un contexto en que los consumidores son cada vez más exigentes y no dudan en cambiarse a la competencia si su pedido no llega en la fecha y en las condiciones prometidas, conocer los tipo de clientes en Colombia es clave para que las empresas mejoren sus operaciones logísticas.
Precisamente, la empresa de investigación de mercados YanHaas, definió los tipos de compradores que existen en Colombia, a partir de una encuesta realizada durante el mes de noviembre del 2021 a 321 empresas de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.
De acuerdo al estudio, que analizó a los clientes que compran tanto en el comercio electrónico como de manera presencial, “los shoppers cazadores de precios aumentan de forma importante en Colombia, mientras los interesados en explorar o maximizar disminuyen. Tienen como prioridad el ahorro y la búsqueda de alternativas que permitan hacer rendir el dinero”.
Sobre las razones para explicar el comportamiento del comprador, YanHaas las relaciona precisamente con la inflación, sobre todo en el rubro de alimentos, que llega al 17%; y el aumento de compra de productos en los Hard Discount, que actualmente entrega una oferta más asequible.
En ese ámbito, el shopper está más enfocado en el precio, en desmedro de la fidelidad que pueda tener con una marca en particular. Eso obliga a las empresas a impulsar nuevas estrategias de comunicación y venta, que les permitan retomar la conexión y aprecio por ellas.
El estudio también evidencia que las grandes superficies de cadena como los supermercados e hipermercados se están ganando la confianza de los clientes, por sobre las opciones de los canales de barrio, que enfrentan más dificultades por la fluctuación constante de los precios.
Asimismo, otro aspecto que debe encender las alarmas de las marcas es que la confianza de los consumidores en las compras por páginas web es reducida, pese al aumento de las transacciones online.
Como vemos, son diversos los desafíos logísticos de las empresas colombianas, pero si se enfrentan de manera estratégica y con la integración de las mejores soluciones tecnológicas del mercado, Colombia puede estar más preparada para dar un salto de calidad que esté acorde a su fuerte economía.
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