Cómo es el proceso de toma de decisiones en el sector logístico
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El proceso de toma de decisiones es fundamental en cualquier actividad y, en el sector logístico, es determinante a la hora de conseguir una gestión y distribución de productos eficiente. Sigue leyendo y te contamos por qué es tan importante.
Qué es el proceso de toma de decisiones
La toma de decisiones es el proceso que permite llevar a cabo una elección entre distintas opciones disponibles. Esta elección se puede hacer de diferentes formas y, cuando se quieren optimizar los resultados, es necesario hacerlo mediante un proceso previo que compare y analice los distintos resultados según las diferentes opciones. A este proceso es a lo que se denomina como proceso de toma de decisiones, y es el que determina que una elección sea la correcta o no, siempre, a partir de la información disponible en el momento de ejecutarse.
Por qué es importante el proceso de toma de decisiones
La importancia del proceso de toma de decisiones radica en que es lo que permite escoger de forma acertada. Es decir, escoger con conocimiento de las consecuencias que dicha elección tendrá y, al mismo tiempo, escoger entre las opciones reales disponibles. De esta forma, el proceso de toma de decisiones descarta las opciones cuyos resultados no sean satisfactorios y selecciona aquellas soluciones que ofrecen mejores posibilidades para, finalmente, decantarse por la opción que ofrece resultados más eficientes desde una perspectiva global que tenga en cuenta todos los agentes implicados.
Fases del proceso de toma de decisiones
El proceso de toma de decisiones se desarrolla en diferentes fases y, de hecho, estas fases pueden variar según la circunstancia y naturaleza del problema que se quiera resolver. Sin embargo, existen una serie de fases que van a ser comunes a todo proceso de toma de decisiones, incluidos también aquellos que tienen lugar en el ámbito del sector logístico actual. ¡Toma nota!
1. Definición de problemas
La primera fase que es común a cualquier proceso de toma de decisiones es la definición de problemas. En esta fase se identifica un problema que debe ser resuelto, lo que permite concretizar la cuestión que se quiere resolver y que permitirá desarrollar el resto de fases a partir de este punto inicial.
2. Recopilación de datos
La segunda fase es la recopilación de datos o información. En esta parte del proceso de toma de decisiones se busca toda la información relativa al problema que hemos definido en la fase anterior y se cataloga para poder acceder a ella de forma rápida y directa.
3. Generación de alternativas
La tercera fase empieza una vez que se ha completado la recopilación y búsqueda de información sobre el problema que queremos resolver. En esta fase se analizan conjuntamente el problema y la información que hemos recopilado y, lo más importante de todo, a la luz de dicho análisis se proponen distintas soluciones que pueden ser viables a la hora de ofrecer una solución al problema.
4. Selección de la opción más adecuada
Finalmente, la cuarta fase en el proceso de toma de decisiones es la selección de la opción más adecuada. Una vez que se han propuesto distintas soluciones posibles, dichas posibilidades se comparan y sopesan entre sí para, en último lugar, escoger una de ellas. Esta elección será la solución que se aplicará al problema en cuestión, resultado de todo el proceso de toma de decisiones que previamente se ha venido desarrollando.
Elementos que debes tener en cuenta en el proceso de toma de decisiones
La clave fundamental para llevar a cabo un buen proceso de toma de decisiones es tener en cuenta todos los elementos implicados en el problema a resolver y en la solución a aplicar en cada caso. En este sentido, en el sector logístico, el problema esencial a resolver será hacer llegar los productos demandados al cliente tanto en tiempo como en forma. Es decir, hacerlo en condiciones óptimas de calidad y, a la vez, hacerlo en un plazo de tiempo determinado y que responde a lo que el cliente espera.
Por ello, cuando se vaya a llevar a cabo un proceso de toma de decisiones aplicado a la logística, es indispensable hacerlo desde una estrategia customer centric que ponga al cliente en el centro del problema y de la solución. Además, también es imprescindible que, junto al cliente, la toma de decisiones tenga en cuenta los límites y necesidades asociadas a las rutas de distribución, ya que serán elementos que determinarán de forma radical la capacidad de gestionar correctamente los pedidos.