Dentro del sector logístico, la relación entre almacén y logística es especialmente importante. Esto se debe a varios motivos pero, en general, las operaciones de almacén van a tener una relación directa con la calidad de los pedidos y el transporte, por lo que determinarán la mayor parte de las fases del proceso logístico en su conjunto. Es lo que se conoce como logística de almacén, y cumple un factor esencial en el proceso de la cadena de suministro.
El almacén es el lugar en donde se conserva la mercancía durante el tiempo que transcurre entre su producción y su envío al cliente. De esta forma, se debe asegurar un flujo continuo y actualizado de mercancías e información que permita garantizar que la cadena de suministro funciona correctamente, y esta labor corresponderá, entre otras muchas, al almacén.
El almacén es el lugar en donde se conserva la mercancía durante el tiempo que transcurre entre su producción y su envío al cliente. De esta forma, se debe asegurar un flujo continuo y actualizado de mercancías e información que permita garantizar que la cadena de suministro funciona correctamente, y esta labor corresponderá, entre otras muchas, al almacén.
Todas estas tareas se enmarcan dentro de la logística de almacén, que son las acciones que permiten la gestión del producto dentro del almacén antes de que se distribuya a los consumidores.
La relación entre almacén y logística es especialmente importante debido a que este se encarga de muchas de las funciones esenciales para que toda la cadena de suministro trabaje correctamente.
Algunas de las funciones de la logística de almacén son las siguientes:
Lo que requiere no solo conocer y gestionar la entrada, sino tener capacidad para recibir y almacenar las nuevas mercancías en condiciones adecuadas para su correcta conservación.
Además de recibir la mercancía, los almacenes deben comprobar que los albaranes recibidos responden a lo esperado.
Una vez que los almacenes comprueban y certifican que las mercancías recibidas son las correctas, se debe proceder a su catalogación y posterior inventariado para saber dónde se encuentra cada producto y tener acceso rápido y directo al mismo.
Durante el tiempo que las mercancías permanecen paradas en el almacén, este debe ofrecer las características necesarias para su correcto almacenaje y conservación, así como las condiciones de seguridad óptimas para que esto se lleve a cabo.
Desde el almacén es desde donde se envían los productos, pero antes de su envío estos deben ser preparados adecuadamente a las necesidades y demandas de cada cliente. Esta labor de preparación de los pedidos es también una función del almacén. Este es uno de los puntos más importantes en lo que respecta a la relación entre almacén y logística, puesto que constituye el punto inicial de distribución del producto a partir del momento en el que se produce la venta.
Finalmente, otra de las funciones esenciales de la logística de almacén es el envío de los pedidos ya preparados, que se ponen en ruta desde el almacén en dirección al cliente.
La relación entre almacén y logística es esencial para el buen desarrollo de la actividad. Por ello, algunas medidas que conviene implementar para mejorar el funcionamiento de la logística de almacén en su conjunto son la siguientes:
El almacén y la logística son dos elementos que deben funcionar de manera conjunta y coordinada. De esta forma, se garantiza la máxima optimización de la logística de almacén y se consigue agilizar todo el proceso logístico en su conjunto. Lo que repercute en una importante reducción de gastos al mismo tiempo que se garantiza un servicio de calidad a los clientes.