Reputación corporativa: componentes, importancia y tipos
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La reputación corporativa determina la forma en que el público y los consumidores perciben una marca o una empresa y, en consecuencia, es un elemento esencial a la hora de determinar una estrategia de marketing y ventas. En este artículo te contamos algunas de las claves esenciales que te ayudarán a comprender mejor qué es la reputación corporativa y el papel tan fundamental que tiene.
¿Qué es la reputación corporativa?
La reputación corporativa es la forma en que los grupos de interés perciben una empresa. Es decir, es el posicionamiento que la empresa tiene en la percepción de clientes (actuales y potenciales) y el puesto que la compañía en cuestión ocupa en relación a sus competidores estratégicos y otros players como proveedores, aliados, etc.
Importancia de la reputación corporativa
La importancia de la reputación corporativa debe entenderse en el contexto de que esta constituye un valor añadido. Es decir, aunque la reputación corporativa sea un valor intangible, permite establecer una ventaja estratégica a la compañía de cara a sus posibles competidores.
Esta ventaja estratégica consiste en que, al tener un mejor posicionamiento en la mente del cliente potencial, la empresa se consigue distinguir dentro de un mercado que, poco a poco, se presenta como más homogéneo y en el que es complicado destacar. De este modo, la importancia de la reputación corporativa reside en que capacita a la compañía para distinguirse de sus competidores y, al mismo tiempo, atraer y fidelidad clientes. Por ello, juega un papel fundamental en la competitividad empresarial.
Componentes de la reputación corporativa
Son muchos los componentes de la reputación corporativa. En realidad, todas las operaciones de una empresa, así como cada acción y decisión que se lleva a cabo contribuye a determinar la forma y la relación que se establece entre la reputación corporativa y sus componentes.
No obstante, en la mayoría de casos, podemos hablar al menos de los siguientes como elementos esenciales que están presentes en todo ejemplo de reputación corporativa:
- Producto o servicio: obviamente, uno de los elementos más importantes de los componentes de la reputación corporativa es el propio producto o servicio que cada empresa comercializa.
- Empleados: los empleados y el capital humano en su conjunto son otro de los elementos que determinan la reputación corporativa. Además, se debe entender a todos los niveles, desde los trabajadores rasos al personal de alta directiva.
- Relaciones externas: la forma en que una compañía se relaciona con agentes externos también determina su reputación corporativa. Por ejemplo, con proveedores, socios, competidores, etc.
- Fortaleza financiera: otro aspecto esencial es la situación financiera. Es decir, cuanto más valga un negocio mayor será su reputación, ya que será sinónimo de capacidad de crear valor.
- Innovación: una empresa que apuesta por la tecnología y la innovación tendrá una mejor percepción que una que no lo hace. En este sentido, una empresa digital tendrá un mejor posicionamiento que una que no lo sea.
- Cultura y capacidades intangibles: la cultura empresarial agrupa elementos intangibles que también determinan la reputación corporativa de las compañías. Un buen ejemplo de qué es la cultura corporativa son los valores con los que la empresa en cuestión se identifica.
La reputación corporativa y sus componentes van de la mano. Si cada uno de estos elementos contribuye a mejorar el nombre y el posicionamiento de la empresa, la reputación, en su conjunto, también lo hace, ya que forman parte de la integración empresarial en general.
Tipos de reputación corporativa
Existen diferentes tipos de reputación corporativa. Además, estos tipos, a su vez, suelen establecerse acorde a las personas que involucran. Es decir, podemos hablar tanto de reputación corporativa interna (relativa a los propios empleados de la empresa) y reputación corporativa externa (relativa a las personas que no trabajan en la propia compañía).
Reputación corporativa interna
Algunos de los tipos de reputación corporativa interna más habituales son los siguientes:
- Políticas de selección e integración de personal.
- Políticas de formación y promoción interna.
- Políticas de ascensos.
- Políticas de despidos.
- Políticas de beneficios sociales.
Reputación corporativa externa
Algunos de los tipos de reputación corporativa externa más importantes son los siguientes:
- Políticas de precios.
- Políticas de logística y atención al cliente.
- Políticas sociales y medioambientales.
- Políticas de comunicación institucional.
¿Cómo se obtiene una buena reputación corporativa?
Para obtener una buena reputación corporativa es indispensable trabajar en todos los componentes implicados en la operación empresarial. No obstante, un buen ejemplo de uno de los aspectos que más puede afectar a la reputación corporativa es el servicio logístico y de transporte de los productos. ¿Por qué? Porque está directamente relacionado con la calidad del servicio prestado y, en consecuencia, con la experiencia de compra en su conjunto. Es decir, a pesar de ser un elemento intangible, afecta de manera directa a la satisfacción del cliente.
En este sentido, el uso de herramientas como LastMile by Beetrack es un buen ejemplo de cómo una compañía puede contribuir de forma activa y directa a mejorar la reputación de su marca. Como parte de la tecnología empresarial, esta herramienta permite monitorear el proceso de entrega de pedidos en la última milla, que es el momento crucial del proceso logístico y determina, en gran medida, la calidad del servicio prestado. Gracias a LastMile by Beetrack, así como a otras herramientas de software logístico de Beetrack, las empresas se aseguran prestar un servicio logístico de calidad y adaptado a las necesidades y demandas concretas de sus clientes.