Tercerizar es una de las acciones a las que muchas empresas tienen que recurrir. Es decir, contratar servicios de otra empresa para que realicen ciertas actividades asociadas a la primera. Esto, que a priori puede parecer un gasto añadido, ofrece ciertas ventajas importantes, tanto en el ámbito del ahorro como en la optimización del trabajo realizado.
Se habla de tercerizar al referirse a la contratación de servicios externos a una propia empresa. Es decir, se terceriza porque se contrata el servicio de un tercero. En la mayoría de casos, empresas especializadas en la realización de un servicio concreto y que desarrollan de forma profesional.
A priori, tercerizar un servicio puede parecer contraproducente. En este sentido, al contratar un servicio externo, se estaría incrementando el gasto de la empresa al tener que pagar por la ejecución de dicho servicio tercerizado. Cabe pensar que, en lugar de eso, sería más económico que fuera la propia empresa quien realizará las tareas asociadas a dicho servicio.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que al tercerizar un servicio, también se está optimizando el servicio en cuestión. Esto se consigue gracias a la profesionalización de los sectores. Es decir, las empresas que contratan servicios de terceros están contratando servicios de profesionales y, en consecuencia, el servicio prestado ofrece una mayor calidad que el que podría realizar la propia empresa, que ha sido tercerizado de manera profesional.
Por ejemplo, si una empresa se dedica al sector del automóvil, son profesionales en la fabricación de piezas de automóvil. Esta empresa en cuestión, además de fabricar piezas de automóvil también necesitará ciertos servicios para funcionar correctamente. Por ejemplo, un servicio de limpieza que se encargue de mantener la fábrica en condiciones óptimas para que pueda seguir fabricando automóviles.
En este caso, la empresa de automoción puede contratar trabajadores propios para llevar a cabo las tareas de limpieza o tercerizar este servicio con una empresa de limpieza profesional. En este caso, será más rentable tercerizar el servicio, ya que el servicio prestado se adaptará a las necesidades de la empresa de automoción y esta no tendrá que preocuparse de la gestión de la limpieza de su fábrica.
El sector logístico es uno de los mejores ejemplos en donde la tercerización tiene un papel determinante. Muchas empresas requieren de servicios logísticos. Sin embargo, esto implica crear un departamento de logística, lo que supone destinar recursos de la propia empresa a llevar a cabo todas las gestiones relacionadas con la propia logística. En lugar de ello, lo más rentable resulta tercerizar el servicio logístico. Lo que ofrece algunas ventajas importantes.
De esta forma, son muchas las empresas (grandes y pequeñas) que terminan optando por tercerizar sus actividades logísticas y centrarse únicamente en la actividad principal de su negocio. Lo que supone una optimización importante de los recursos disponibles y un aumento de los beneficios que compensa el gasto destinado a la tercerización o externalización de los servicios contratados.