La historia del vino en México inició hace 500 años, y tiene las bodegas más antiguas del Continente Americano que son las de Casa Madero en Coahuila y siguen abiertas, además es considerada la séptima u octava bodega más antigua del mundo. El Gobierno de México informó recientemente que el sector vitivinícola nacional representa un motor de desarrollo, cuyo dinamismo se refleja en los más de 500 mil puestos de trabajo que genera y que lo convierten en la segunda fuente de empleos en el sector agrícola mexicano. En México se destina una superficie de 35 mil 823 hectáreas, de las cuales se obtienen alrededor de 452 mil 927 toneladas de uva de todas las vocaciones y más de 73 mil toneladas de uva-industrial, lo que permite producir casi 4 millones de cajas de vino al año, en los 15 estados productores de vid. El vino mexicano ha crecido a gran escala debido a la tecnología de vanguardia, conocimientos y asesoría avanzada de expertos internacionales. La industria vitivinícola se encuentra en su mejor momento, cada año la cosecha de uva bajo cinco vocaciones: mesa, vino, jugo, brandy y uva pasa, producen 64 millones de litros de vino de 400 bodegas, destacaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y el Gobierno de Baja California y el Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV). México se coloca hoy como vigésimo cuarto productor mundial, con una expectativa de crecimiento bastante favorable y, pese al panorama mundial y su impacto en el rubro agroalimentario, este sector ha sido resiliente. La industria del vino se mantiene en franca expansión a pesar de la pandemia y la reciente situación de alzas e incrementos en la actividad productiva, sin embargo, los retos son enormes ya que no sólo lidian con los incrementos, sino también con la escasez de insumos, impactos del calentamiento global, los problemas de agua en las regiones más importantes del país, en hacer más eficientes los procesos y en transitar a modelos más sustentables de producción y distribución. Casos de éxito en Chile Después de sortear los mencionados obstáculos más los problemas de stock derivados de la falta de contenedores y la reducción de la producción debido a la pandemia, Pablo Yáñez, Country Manager de DispatchTrack-Beetrack México, hace referencia a que no debemos pasar por alto el auge de la digitalización del e-commerce gracias a la última milla, en una era en que el cliente es lo más importante y un error en las entregas puede ser catastrófico para su satisfacción. Por esto, el gran desafío de DispatchTrack-Beetrack en la industria de las bebidas alcohólicas es impactar con fuerza a través del ecommerce, potenciando casos como el de Viña Santa Ema, empresa con una larga tradición en la producción de vinos chilenos de alta calidad con presencia en más de 30 países. Viña Santa Ema, cuyos viñedos están presentes de cordillera a costa en el Valle del Maipo, necesitaba impulsar sus ventas online y con ello garantizar que sus vinos lleguen a manos de sus clientes en tiempo y forma. Al respecto, Felipe Olave, Brand Manager de Viña Santa Ema, sostiene que “cuando decidimos darle un foco protagonista a nuestro ecommerce, como un importante canal de ventas, surgió la necesidad de encontrar una empresa partner en software de planificación para nuestras rutas, ya que buscábamos un servicio integral y de excelencia en nuestras entregas”. En ese contexto, el e-commerce seguirá impactando con fuerza en las empresas y quién mejor implemente un sistema de ventas online, más preparado estará para seguir desarrollándose en esta era digital. Un ejemplo de esto es la Viña Miguel Torres, que encontró en DispatchTrack-Beetrack el aliado estratégico que necesitaba para mejorar sus operaciones tanto de última milla como de planificación de rutas, y así lo ratifica Leonardo Flores, Jefe de Abastecimiento y Distribución de Miguel Torres, quien destaca que una de las principales ventajas de utilizar los software de DispatchTrack-Beetrack fue mejorar el seguimiento de los pedidos. “Teníamos problemas con la visibilidad de nuestros pedidos, pero ahora obtenemos esa información de manera muy rápida y con todo el tracking de los vehículos. Entonces fue una gran solución para saber el estado de la ruta, desde el inicio hasta el final del proceso de entrega”, dice Flores. Asimismo, señala que con PlannerPro “cargamos la información en el sistema y nos optimiza mucho la planificación y distribución de los puntos según la disponibilidad del vehículo. Eso nos permitió aumentar la productividad administrativa del personal a cargo de la planificación y que le hace seguimiento a la ruta”. Cabe señalar que Miguel Torres tiene presencia en más de 100 países, donde se ha consolidado en estos 30 años como una de las principales bodegas productoras de vinos de calidad mediante la identidad de sus productos, el respeto al medio ambiente y su responsabilidad social. Cabe consignar que los cambios radicales en los patrones de ventas impulsados por el servicio que brinda DispatchTrack-Beetrack, se han transformado en una gran prueba en el cumplimiento de la gestión de la última milla en el sector vitivinícola, y DispatchTrack-Beetrack --con servicios como PlannerPro-- está revolucionando el envío de última milla para las bodegas de Viña Santa Ema y Viña Miguel Torres, al proporcionar la primera plataforma de entrega que permite a una bodega controlar toda la cadena de logística del vino con seguimiento en tiempo real, actualizaciones en vivo y notificaciones desde la sala de degustación hasta la sala de estar del consumidor.