Logística en Latinoamérica ¿Es posible el desarrollo?

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Países latinoamericanos que han modificado sus relaciones económicas por medio de tratados de libre comercio, se están viendo obligados a superar las brechas infraestructurales y establecer acuerdos a mediano y corto plazo.

"En lugar de un refugio seguro temporal durante la crisis económica, los mercados -en particular emergentes de América Latina-, se están convirtiendo en un complemento, en lugar de una alternativa al mundo desarrollado" Erik Peterson, director general de Global Business Policy Council de AT Kearney.

Empresas de nivel global que desean importar en países latinoamericanos, en ocasiones se enfrentan con diversas limitaciones en la región, como la falta de infraestructura de distribución y capacidades de TI, lo que complica la implementación de prácticas y modelos de cadena de suministro avanzadas, como el comercio electrónico o cumplimiento en todos los canales en la industria minorista.

Un ejemplo así se puede ver en una comparación entre Chile y Brasil. Si un importador en Chile – donde los procesos de importación son similares a los de EEUU- recibe un envío en el puerto, podrá ver bastante rapidez, además de que los productos se transportan directamente al centro de distribución del cliente o destino final.

Sin embargo, si planteamos el mismo caso pero con Brasil, cuando un envío llega al puerto, éste tiene que ser movido primero a un depósito fiscal de la aduana, lo que aumenta el tiempo de entrega y costes en el proceso de la cadena de suministro de extremo a extremo.

Es por esto que los importadores y sus agentes de aduanas, además de los 3PL, tienen que ser muy centrados y específicos al momento de tomar decisiones de negociación con países latinoamericanos.

En base a esto nos preguntamos: ¿qué capacidades deben buscar las empresas en un socio logístico para asistirlos en América Latina?

Sin duda que una capacidad importante es tener el conocimiento y la experiencia específica del país y ser algo más que un promotor de la carga, es decir, tener visibilidad de la cadena de suministro de extremo a extremo, lo que se traduce en seguridad y responsabilidad.

En búsqueda de posibles soluciones

América Latina necesita urgentemente una mejor infraestructura logística, con una integración regional más profunda y mayor estado de derecho, para tomar un rol como jugador clave en las cadenas de suministro de valor mundial. 

Para avanzar en este tema, los países latinoamericanos podrían aumentar enormemente el número de sus exportaciones y lograr ofrecer una mejor infraestructura en los procesos, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias para convertirse en socios fiables en las cadenas de suministro valoradas a nivel global. 

Esto tal vez parece ser un desafío complicado, que solo se vería posible dependiendo de la ayuda económica de cada país en específico, pero esta estrategia sí se puede desarrollar en la industria local, sin exigir a los países tener que construir cadenas enteras de suministro en todo el territorio. 

Un ejemplo de avances en términos de infraestructura y desarrollo, ocurrió en Brasil, donde por motivos de festividades deportivas futbolísticas y las Olimpíadas, se generó la mejor excusa para optimizar la calidad de muchos servicios que hasta el día de hoy se mantienen.

Los diversos problemas logísticos que acarrean años de antigüedad, han impedido que muchos países latinoamericanos puedan sacar provecho a sus convenios, debilitando así los vínculos que se han ido consolidando con tanto esfuerzo. 

Estos problemas en las cadenas de suministro comienzan desde procesos tan esenciales como son los desplazamientos de camiones dentro de los puertos. Este tipo de detalles que parecen ser no tan relevantes, finalmente retrasan y provocan que los procesos logísticos sean más lentos, lo que en consecuencia afecta a los consumidores. 

Ser inversionista en Latinoamérica 

Para que la situación cambie, no necesariamente se debería contar con la colaboración económica de países de Europa. Una alternativa viable es que estos propios países se involucren como inversionistas para así optimizar la infraestructura en estados latinoamericanos. 

Un ejemplo de esto, es lo que hizo Fraport, la principal compañía que opera en el aeropuerto alemán. La firma hizo grandes inversiones en Perú, lo que conllevó a convertirla en socios del aeropuerto de Lima. 

Este tipo de acciones contribuyen a una mejora para los procesos logísticos de los países del sur, como también una ganancia por las inversiones realizadas por los países europeos .

“En países como Brasil, Colombia y México se ha invertido mucho en infraestructura y casi todos los Estados latinoamericanos han tomado consciencia de la importancia de formar personal capacitado en logística... “Donde quedan un montón de cosas por mejorar, es en el ámbito de los procesos.”, Reto Malfatti, presidente para Centroamérica y Suramérica de la empresa alemana de transporte y logística Kühne+Nagel.

Según palabras de Reto Maflatti, la aplicación de tecnologías de la información en todo lo que tiene relación a infraestructura logística en Latinoamérica, no debería postergarse, recalcando que la mejor infraestructura es posible con un mayor adiestramiento en el área de logística, además de la digitalización de los procesos.

La mejor infraestructura en LATAM: Chile, 2° lugar.

Resultados del Informe Global de Competitividad 2015-2016, indican que la mejor infraestructura en el mundo se encuentra en Hong Kong, antigua colonia británica que actualmente opera como una zona semi-autónoma pero bajo la soberanía china. 

Pero en Latinoamérica, el primer lugar a nivel nacional lo toma Panamá, que ocupa el puesto 40 entre 140 naciones que hacen parte del estudio. Chile llega al puesto 45, seguido por Uruguay y México.

Para que países latinoamericanos logren posicionarse en los primeros puestos del ranking, es importante que las empresas y políticos sigan estos pasos fundamentales, para así poder diversificar sus exportaciones, atraer más inversión extranjera y aumentar la competitividad internacional.  

El estudio del Banco Interamericano de Desarrollo sobre las mejoras en infraestructura de América Latina y el Caribe revela que:

 -Si América Latina y el Caribe pueden mejorar el transporte y la logística a niveles comparables a los de la Unión Europea, la región podría atraer a un 20% más de inversión extranjera directa (IED) asociado a las cadenas de valor. 

-Los países que comparten acuerdos de integración regional con los países socios profundas tienden a atraer un 12% más de la IED relacionada con las cadenas de valor que los países sin tales acuerdos. 

-Mejorar el estado de derecho, haría que los países más atractivos para las empresas internacionales que deseen parte de la base de su producción en América Latina, donde se tarda 733 días para cumplir un contrato, en comparación con un promedio de 398 días en Asia.

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