El Instant Commerce responde a un consumidor empoderado que ha presionado a las empresas a ofrecer servicios más eficaces, en el momento adecuado y mediante el medio correcto.
A pesar de que la Inteligencia Artificial (IA) viene siendo una tendencia tecnológica hace varios años, son pocos los que perciben sus efectos en la vida diaria, sin embargo, los cambios ya están a la vista. Hoy, la IA es la protagonista de la evolución y desarrollo del e-commerce, propiciando cambios que han mejorado la experiencia de compra online.
Ejemplos sobran. En breve tiempo hemos visto cómo los bots han vuelto más conversacionales las plataformas, proporcionando una interfaz más amigable y eficiente para el consumidor final. Pero no es lo único, el comercio electrónico está evolucionando ante nuestros ojos y una de sus variantes más promisorias es el iCommerce.
El también conocido como Instant Commerce, es la consecuencia lógica de un consumidor que ya no solamente es nativo digital, sino que es un integrante habitual de las redes sociales y que se mueve con naturalidad como follower, distribuyendo likes y embarcado en los trending topics del día. Un usuario altamente informado de sus opciones y volátil en término de lealtades.
Un consumidor de este tipo, se siente naturalmente empoderado y demanda inmediatez en su proceso de compra, lo que ha presionado a las empresas a ofrecer servicios más eficaces, en el momento adecuado y mediante el canal correcto.
Pero en este escenario, ¿qué papel juega la inteligencia artificial? Uno muy importante. Bien aplicada, puede absorber requerimientos de información y orientación que los vendedores reales simplemente no pueden procesar.
“Con diferentes grados de éxito distintas plataformas han trabajado en ofrecer recomendaciones personalizadas de acuerdo al perfil de cada usuario, basándose en selecciones previas o gustos expresados en otras ocasiones. Spotify te ofrece propuestas musicales, Netflix hace lo propio con películas o series, Amazon y otras tiendas online van en la misma línea. Es algo que está mejorando, con una sintonía cada día más fina y que responde a esta necesidad del consumidor por tener respuestas ya no sólo oportunas, sino inmediatas”, explica Sebastián Ojeda, CEO de Beetrack.
Es en esta instancia, precisamente, cuando esta ingeniería se encarga de realizar una analítica predictiva, todo a través de una entrega automatizada del contenido que funciona en tiempo real. De esta manera, una plataforma de e-commerce puede ofrecer productos de manera individualizada, personalizada y basada en el cliente.
Esta tendencia que aún se encuentra en desarrollo, responde también al crecimiento de la venta directa de productos a través de las redes sociales. Puesto que este es un negocio ascendente, las compañías deben encontrar las respuestas en la IA cuando se trata de utilizar las vías más instantáneas y de pago eficaz, para poder competir con un rubro que ya se encuentra presente en las RR.SS.
“La Inteligencia Artificial y el Machine Learning han sido, sin duda, un gran aporte para el comercio electrónico si se tiene en cuenta que su foco está puesto en brindar la mejor experiencia a sus usuarios y con los menores obstáculos posibles. Es así como aquellas industrias que sepan responder en tiempo real, marcarán la diferencia y un liderazgo en el iCommerce”,complementa el ejecutivo de Beetrack.
En este contexto, el ámbito fintech –concepto que aglutina a la industria financiera que aplica la tecnología para ofrecer productos y servicios innovadores– junto con la IA, serán los encargados de encontrar las fórmulas más sencillas y personalizadas para satisfacer las necesidades de los usuarios, en un mundo globalizado en que las plataformas online no dejan de evolucionar.
“El iCommerce refleja cada vez más la mentalidad de un consumidor que busca la instantaneidad de los servicios y una mejor experiencia de compra. Es por esta razón, que inevitablemente las empresas tendrán que seguir reinventando sus procesos para poder lograr la fidelización de un cliente cada vez más empoderado y difícil de captar”, concluye Ojeda.